La ayuda al arranque en pendiente actúa en las pendientes superiores al 3% estabilizando el vehículo durante aproximadamente dos segundos. El conductor puede así pasar tranquilamente del pedal del freno al del acelerador.
La ayuda al arranque en pendiente contribuye de manera innegable a una conducción sin estrés puesto que el conductor no tiene que dosificar de manera precisa sus esfuerzos sobre los pedales de embrague y/o acelerador.